miércoles, mayo 25, 2005

Golpe de timón de RN:

La Ofensiva de Sebastián Piñera

El empresario se decidió, luego de varios rumores y estimulado por el Consejo General de su partido, por lanzar su candidatura presidencial. Bachelet lidera las encuestas, pero si el nuevo presidenciable consigue llegar a una segunda vuelta en octubre próximo, el ex-senador podría ser un serio postulante de la derecha para los comicios de 2009.


La casa le quedó chica a Sebastián Piñera. Su éxito como empresario, al parecer, no fue suficiente. Después de una extensa carrera en política en cargos como senador por Santiago (90-98) y como presidente de Renovación Nacional (2001-2004), el hermano de Miguel Piñera, finalmente “se la jugó” por hacer realidad su candidatura para las próximas elecciones presidenciales. Piñera desde hacía tiempo que venía haciendo ruido. Sus problemas con la UDI, la compra de Chilevisión, las dudas sobre su postulación a la senaduría por Santiago Poniente y sus permanentes críticas hacia el comando de Joaquín Lavín “levantaron mucho polvo”. Esa polvareda alcanzó su punto más alto, cuando el presidente de la Fundación Futuro anunció que Renovación Nacional tenía “voz y candidato propio”.
El pasado sábado 14 de mayo, durante el Consejo General de RN, el panorama tanto de la Alianza como el de la Concertación cambió radicalmente. El primer efecto quedó reflejado en la cara de un sorprendido Joaquín Lavín, quien no se esperaba la arremetida de Piñera, luego que éste le jurara fidelidad a su campaña. Las críticas se demoraron poco en aparecer. El más atacado fue Sergio Diez, quien fue satirizado por el programa de Mega CQC. Allí se pudo ver, por medio de varias notas periodísticas, “la vuelta de carnero” del presidente de RN, cuyo apoyo incondicional a Lavín tardó poco en desaparecer.
Un segundo efecto fue la bajada de la candidatura de Soledad Alvear, presionada por Adolfo Zaldivar, lo que deja el camino libre para Bachelet. Así, la contienda quedó fijada entre la candidata (PS) y los dos postulantes de la Alianza: Lavín y Piñera.
Pero, ¿qué hace de Piñera un potencial próximo primer mandatario? La respuesta no es fácil, ya que Bachelet sigue liderando las encuestas con un 38,8%, según el último sondeo telefónico realizado por El Mercurio – Opina. Dicha cifra podría cambiar. Incluso, puede llegar a subir con la ausencia de Alvear. Sin embargo, Piñera conserva el entusiasmo y la confianza sobre su campaña. En el programa de Canal 13 “Hora de Infidentes”, el también economista aseguró, por medio de su característica verbosidad, que su propósito “es sembrar esperanza y convocar corazones”. En forma distendida, el abanderado RN vaticinó que ante una posible salida de la candidata DC, igual le iba a ganar a Bachelet.
La posibilidad más clara de Piñera, de instalarse en La Moneda, está en acumular más votos que Lavín, lo que podría significar ir a una segunda vuelta. No obstante, el ex-alcalde de Las Condes todavía mantiene casi un 10% de ventaja sobre su rival de RN. Así, las aspiraciones de Piñera se ven más difíciles en 2005, pero aún queda ver qué irá a pasar en las elecciones presidenciales de 2009.
Piñera no es de los políticos que “tiran la toalla”. Es posible que ya se esté planteando como futuro presidente de Chile, en 4 años más. Un ejemplo concreto de su obstinada personalidad ha sido el “Mapocho navegable”. Este proyecto ha deambulado por la mente de Piñera desde 1998, lo que hace suponer que un propósito mayor, como alcanzar el sillón presidencial, se mantenga en los objetivos del dueño de Lan.

El 2009 de Piñera

El cientista político, Ricardo Israel, asegura que Sebastián Piñera competirá con Ricardo Lagos en las elecciones de 2009. Israel señala que el gran objetivo del empresario es llegar a ser presidente de Chile. “Piñera ya ha concretado casi todos sus objetivos. Es un hombre exitoso, cuya última gran meta es ser presidente. Creo que si en octubre próximo logra pasar a una segunda vuelta, el candidato RN tendrá serias posibilidades en el futuro. Ahora está capitalizando votos. En caso de no pasar a una segunda vuelta, corre el riesgo (Piñera) de convertirse en un Fra-Fra con un 15% de los votos (haciendo alusión a lo sucedido con el candidato de centro en 1989) ”, afirma el analista internacional.
Israel advierte que las posibilidades de Piñera también dependerán de los tiempos. El cientista político señala que la política varía muy rápido, lo que obliga al dueño de Chilevisión a tratar de mantenerse en el escenario público. “Una semana en política es mucho tiempo. Piñera no es la última carta de la derecha. La próxima elección de senadores dará a conocer a nuevos líderes. No debemos olvidar a Longueira, quien puede ser un serio contrincante de Piñera en 2009”.
Sin embargo, Israel cree que Lavín se ha desgastado, mientras que el ex-senador ha aumentado su popularidad. “Piñera es un líder nato. Además ha conseguido capturar adeptos no sólo de su colectividad, sino de otros sectores más de centro y de la izquierda demócrata cristiana”, asevera el analista.
Piñera tiene otras ventajas, en comparación a Lavín. A pesar de haber militado toda su vida en RN, el candidato apoyó la campaña del NO en 1988. También criticó, a principio de los noventa, tanto a Colonia Dignidad como a los abusos cometidos por militares contra los derechos humanos. Pero el ex-presidente de RN también ha enfrentado “bulladas” polémicas como el “caso chispas”, donde fue acusado de realizar ciertas negociaciones empresariales cuando era senador. Se le acusó de haber actuado bajo “conflicto de intereses”. Tampoco ha podido dejar atrás el escandaloso espionaje telefónico de 1992. En aquella oportunidad, se enfrascó en una contienda con Evelyn Matthei, debido a que se le acusó de fustigar a la actual senadora.

La incertidumbre de Navia

El columnista de La Tercera, Patricio Navia cree que decir que Piñera pueda ganar en 2009 es un poco apresurado. “El futuro es incierto. Es cosa de preguntarle a los que decían que en enero del 2000, Lavín tenía ganada la presidencia. Viste como cambió todo. No se pueden predecir elecciones a tan largo plazo. Tampoco creo que Piñera es la última apuesta de la derecha. Posibles escenarios, de aquí a cuatro años, me parecen ridículos y dignos de política de ficción”, señala el analista.
Sin embargo, el cientista político, tal como lo señaló en su columna del día domingo, cree que el fenómeno del Piñerazo mostró la debilidad y los problemas estructurales de la Alianza. “Piñera es una alternativa. No sólo representa a gran parte del sector empresarial. También tiene adeptos en la izquierda. El problema está en que la batalla entre Piñera y Lavín puede desembocar en una aniquilación mutua, lo cual eliminaría cualquier posibilidad de la derecha de ser gobierno algún día”, sostiene el comentarista político, cuya principal crítica a los candidatos presidenciales es la falta de planes concretos.
Piñera tendrá que atravesar varias dificultades en los próximos meses. Las primeras fueron las acusaciones de la UDI, las que lo sindicaron como un político traicionero. Allamand señalo que la acción del empresario hizo peligrar los planes de la derecha de llegar a La Moneda, ya que le restó votos a Lavín. Frente a estas críticas, Piñera argumentó que el consejo general de RN le encomendó una nueva tarea, la que ayudó tanto a “romper con el miedo” -en directa alusión al poderío de la UDI- como a incentivar el debate político. Sólo queda ver si las primeras ideas del abanderado de RN, su propuesta de un programa social estimado en 12 mil millones de dólares, puede llegar a cautivar un mayor número de votantes que lo catapulte a una segunda vuelta. Lo que sí está claro es que Sebastián Piñera hay para rato.

miércoles, mayo 18, 2005

Sebastián Piñera

Hipótesis:

"Piñera no será presidente en 2005, pero si pasa a la segunda vuelta, será primer mandatario en 20o9".

lunes, mayo 09, 2005

Alejandro Toledo:

Bailando con la fea

El mandatario peruano, que prometía un “nuevo amanecer” para su país, está casi con un pie afuera de su Gobierno. Apenas un 10% de la población peruana lo apoya, mientras que el Congreso de su país vaticina una posible destitución de su cargo, debido a actos de corrupción.



La multitud que en 2001 se juntó a celebrar la elección del nuevo presidente peruano, Alejandro Toledo (59), nunca imaginó que su administración iba a colapsar en forma tan vertiginosa. Para los limeños y el resto de los habitantes del Perú, Toledo representaba al hombre que traía nuevos “aires” al Gobierno. Su figura simbolizaba el fin de la pobreza, el término de la corrupción, el fin del terrorismo y las esperanzas sobre un repunte en el ámbito económico.
Los orígenes humildes del nuevo Jefe de Gobierno; un cholo (tipo racial muy extendido en el país andino que mezcla elementos indios y criollos), más su avalada carrera como economista, hicieron que más del 60% de los votantes le dieran su voto de confianza al oriundo del puerto de Chimbote, quien triunfó con el 52,5% de los votos; cifra que dejó fuera de carrera a su principal contendor: el ex-presidente Alan García. Sin embargo, en menos de tres años de gobierno, la popularidad de Toledo bajó a menos del 10% (antes llegó al 7,3%), hecho marcado por una fuerte crisis interna en lo económico y en lo social.
El tradicional cielo gris que suele cubrir la capital limeña alcanzó los techos del Palacio de Gobierno. El panorama no podía ser peor. A los problemas limítrofes con Chile y las últimas polémicas con la sucursal peruana de la multitienda Falabella, por considerar que sus campañas publicitarias eran racistas (al no tomar en cuenta el arquetipo mestizo que caracteriza a la población del Perú) y la aerolínea Lan (por un video promocional que muestra a la capital limeña sucia y desordenada), se sumó la alta tasa de desempleo (que alcanzó el nivel récord de 11,3% en el primer trimestre del año 2005).
Muchos atribuyen el rápido desgaste del Gobierno de Toledo a su incapacidad como Presidente. Se le critica la falta de resolución y la poca credibilidad de sus promesas. El mandatario aseguró altos índices de empleo y un periodo de prosperidad al que bautizó como “el nuevo amanecer del Perú”, pero aquel eslogan, en cuestión de meses, calzó más con “otro anochecer” para el país andino. Los desajustes fiscales y las deudas contractuales de Fujimori fueron descubiertas, apenas pasados cuatro meses, por la nueva administración. En aquellos días, cargados de incertidumbre, a Toledo se le acusó de nepotismo -al contratar a su sobrino Jorge Toledo como asesor y al haber designado a su esposa, Eliane Karp, en un cargo similar en el banco privado Wiese Sudameris.
La crisis interna y el descontento generalizado “reventó” en varias protestas, las que causaron disturbios en Arequipa, Tacna, Cuzco y Lima. Toledo se vio forzado a declarar el estado de excepción durante un mes (a partir del 17 de junio de 2002). Estas situaciones se repitieron en los siguientes años, lo que motivó la incertidumbre respecto de la continuidad del Presidente peruano en el poder. Incluso, durante una entrevista televisiva, Toledo reconoció que había prometido a la ciudadanía “más de lo que podía cumplir”. En tres años como Gobernante no había sido capaz de solucionar las precarias condiciones de extrema pobreza que afectan, hasta hoy, a más de 27 millones de peruanos.

La Perseverancia del Cholo

Una de las características más emblemáticas de Toledo es su “abultado background” académico. En 1970 completó el bachillerato en Economía en la Universidad de San Francisco (EE.UU.). Después consiguió otras especializaciones en la Universidad californiana de Stanford, lugar en que obtuvo un doctorado en Economía de Recursos Humanos. Más tarde, además de su trabajo como Economista, se desempeño como profesor y funcionario internacional. Organismos como la UNICEF y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre otros, lo tuvieron como representante.
Toledo, de a poco, logró destacarse en su trabajo, cuyas experiencias y conclusiones relató en varios artículos y ensayos. Más tarde, en 1996, presentó el manifiesto Cartas Sobre la Mesa: Testimonio y Propuestas Para un País Posible. En éste se pueden apreciar varias críticas a las políticas económicas de los gobiernos previos y sus magros resultados en la lucha contra la corrupción. Así, el actual mandatario, quien fue derrotado por Fujimori en las elecciones presidenciales de 1995, se fue haciendo famoso por la “lucidez” de sus planteamientos y sus propuestas para un mejor estado peruano. El camino no fue fácil, ya que existía un fuerte rechazo hacia la posibilidad de un primer presidente con un marcado origen indígena.
Los hechos anteriores muestran a Toledo como un hombre de empuje, que pese a su origen humilde, consiguió llegar a la presidencia de la República. Sus principales preocupaciones han sido la fuerza laboral del Perú y la reivindicación étnica. En sus discursos se puede apreciar su preocupación por la mantención de la Democracia y de la libertad. También destaca su habilidad como orador, aspecto que utiliza con especial cuidado cuando se refiere a América Latina. Seguidamente enaltece el concepto de países hermanos unidos tanto por el idioma como por la sangre indígena (Discurso del Acto de Inauguración de la XI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno). Tampoco es ajeno al poder. Toledo Afirmó, días después de haber asumido la Presidencia, que le gustaba tener poder, ya que este “le permitía hacer más positiva la vida de la gente”.
Algunos analistas creen que el debacle de Toledo se debe en gran parte a los problemas heredados por las anteriores administraciones, mientras que detractores como Alan García consideran que la culpa la tiene el marcado carácter mesiánico del actual Gobierno peruano. Lo que si está claro es que Alejandro Toledo ocupa el último lugar de aprobación comparado con los otros 17 presidentes de la región.

Por la cuerda floja

La tensión al interior de Perú, cada cierto tiempo, ha sido opacada por asuntos limítrofes con Chile. Toledo, al igual que sus colegas presidentes de Bolivia y de Argentina, aprovecha en reemplazar los problemas internos por los externos. Esta ha sido su política comunicacional en los últimos meses, la que pretende revertir sus bajos índices de popularidad (obtuvo un repunte del 3%, el que lo dejó con un 10% de apoyo popular). La última polémica es la acusación contra Chile; nación a la que se le recrimina el haber vendido armas a Ecuador durante la guerra sostenida con la nación peruana en 1995. Hasta el momento, Mariano Fernández, ex – subsecretario de Relaciones Exteriores y actual embajador en Reino Unido, aclaró que Ecuador compró material bélico en 1994, pero que lo retiró durante los primeros días del conflicto, en 1995.
Pese a lo anterior, en los últimos días el gobierno peruano sigue insistiendo en sus acusaciones, hecho que no dejó pasar por alto las últimas denuncias contra Toledo. Una comisión investigadora del Congreso encontró evidencias que conectan al jefe de gobierno andino en delitos de asociación ilícita, los que habrían estado dirigidos a la supuesta falsificación de firmas de Perú Posible (movimiento que catapultó al actual mandatario a la presidencia).
Pareciera ser que la suerte del actual Gobierno peruano está echada. Si dicha comisión tiene éxito, se podría llegar a producir la destitución del presidente andino. Además, de la inhabilitación por 10 años para ejercer cualquier cargo público. ¿Qué pensamientos atraviesan por la mente de Alejandro Toledo? Seguramente eso se preguntan todos los peruano. Inclusive, el mismo Toledo.

martes, mayo 03, 2005

Carreras saturadas:

¿Apostando a ganador?


En los últimos años, las carreras tradicionales como Ingeniería Comercial o Derecho han quedado saturadas, debido a la gran cantidad de profesionales que ofrecen sus servicios. La profesión periodística no es la excepción, ya que egresan cada año alrededor de 8.000 periodistas de distintas universidades, lo que aumenta la competencia y el riego laboral.

Hace frío. El viento sopla fuerte y unos pequeños nubarrones cubren parte del cielo estrellado. Son las 19:00 horas, pero a María Pía Olivarí no le molesta que sea tarde y tampoco el adverso clima. Ella abotona su abrigo, mientras asegura que “en el mundo del Periodismo uno tiene que aperrar partiendo desde la universidad, debido a que es una profesión que exige mucho sacrificio de uno mismo”.
A pesar que Olivarí escribía artículos en su colegio para un diario mural, nunca se imaginó la posibilidad de conducir noticias o de redactar notas en algún diario. Antes de salir de cuarto medio su meta era estudiar Derecho. Fue así que preparó su mochila, cuadernos y muchos lápices. Rodeada de códigos civiles y penales, Olivarí “aguantó dos años”, debido a que tuvo una fuerte depresión en el segundo año de carrera. “Me sentía sola. Me hacía falta el contacto con la gente y vi que siendo abogada no podría expresarme tan libremente como quería”, señala.
Después de haber terminado Bachillerato, Olivarí, cuya experiencia universitaria ha girado en torno a la Universidad Gabriela Mistral, optó por Periodismo. En la actualidad hay 42 facultades que imparten dicha carrera. En 1982 egresaron 1.235 periodistas. En 1996 dicho universo aumentó a 3.504 profesionales, mientras que en 2002, la cifra subió a 7.892. Esto demuestra que en un lapso de 20 años la cantidad de profesionales de la prensa en Chile, se ha sextuplicado. Así, el Periodismo se ha consolidado como una de las carreras más demandadas por los jóvenes que optan por un futuro profesional después de la educación básica. Además, el campo laboral ofrece pocas plazas de trabajo en este rubro, debido a la poca cantidad de canales de televisión y a la poca variedad de diarios, en comparación a otros mercados extranjeros, que circulan por nuestro país.
Olivarí asegura que estos datos no la intimidan. Agrega que está conciente tanto de los bajos sueldos como también de las nuevas posibilidades que ofrece esta profesión. “Me parece mucho más viable (el Periodismo) ahora que antes, porque dejó de ser un oficio y se profesionalizó. Creo que la formación profesional más la experiencia que uno gana con los años, te dan directrices importantes y eso hace que mi carrera sea absolutamente viable”, enfatiza Olivarí, quien paralelamente cursa la carrera de Historia.
El cielo se oscurece cada vez más. La luz proveniente de un macizo farol apenas proyecta un par de sombras en la cara pálida y el pelo rojizo de Olivarí, cuyas manos se deslizan por su pequeño bolso en busca de un cigarro. Una vez prendido, aspira lentamente el tabaco. Al final suelta una gran bocanada de humo desde su boca, la que se desvanece con rapidez en el aire. Olivarí reflexiona un rato y frunce el seño. “Quiero que no me malinterpreten. Creo que estudiar cualquier cosa es arriesgado. Tal vez Periodismo lo sea un poco más por la competencia que existe. Estoy conciente de la inestabilidad laboral y que hay pocos medios de comunicación. Pero mi carrera da para otras cosas como relaciones públicas o comunicación corporativa. Si no creyera en lo mío, no habría estudiado esto”.
María Pía Olivarí no cree que sus comentarios sean ingenuos. Puntualiza que las “buenas oportunidades” se dan a largo plazo, pero que suceden. Tampoco le gusta que le digan que su idealismo se va a truncar en algún momento. Ella asegura que es una mujer idealista porque eso es parte de su personalidad. Es enfática al decir que no podría vivir de otra forma.
“No veo a los demás periodistas como una competencia en el estricto sentido de la palabra. Creo que cada uno tiene sus capacidades. No sé si seré mejor o peor que mis colegas, porque todavía me falta camino por recorrer. No le tengo miedo a los desafíos y a la pega fuerte”, señala Olivarí en respuesta a la gran cantidad de periodistas que compiten en el mercado de las comunicaciones.

Busco mi destino

Olivarí desestima que su carrera sea algo riesgoso como apostar a los caballos, porque “siendo constante todos tienen su recompensa”. También señala que la universidad de la cual uno egresa tampoco asegura el éxito. “Hay tanto periodista de tanta universidad distinta, que al final la diferencia va por otras cosas. Tu forma de trabajar es una. Lo que sí me parece positivo del lugar en que estudio es que puedo cursar dos carreras en forma simultánea, lo cual te da un ventaja sobre el resto”.
Es bastante común la imagen de los padres que exigen a su hijo estudiar una carrera tradicional. A Olivarí le pasó. Tanto su papá como su mamá querían que estudiara Derecho. Deseaban verla caminando por los tribunales o siendo entrevistada por el periodista Pablo Honorato en Canal 13. Pero aquella idea se truncó con Periodismo. “Fue complicado, pero se aliviaron al saber que optaba por otra carrera tradicional. Además tanto ellos como yo creemos que mi carrera tiene riesgos implícitos al igual que otras profesiones. Todo depende de uno. Ahora mis papás me podrán ver entrevistando a abogados, tal como lo hace Honorato (ríe a carcajadas)”.
Respecto de la gran cantidad de periodistas, Olivarí cree que algunas universidades, en el futuro, quizá cierren Periodismo, pero como una forma de regular la cantidad de profesionales en el mercado. Sin embargo, señala que aquello no entregaría una solución final. “No creo que cerrar la carrera por un tiempo sea la solución. Lo salida al problema es que las universidades vayan especializando el campo del Periodismo en distintas áreas como deporte, espectáculos, internacional, entre otras”.
Varios estudiantes de carreras vespertinas entran por los patios de la Universidad Gabriela Mistral. La mayoría son gente que trabaja y estudia al mismo tiempo. Olivarí se siente parte de ellos, debido a que acaba de terminar su práctica en la UPI Chile (United Press International Chile). En poco más de tres meses, cubrió varias noticias gracias a su dominio de otros idiomas como el inglés y el italiano. “Pude hacer lo que quería y conseguí la práctica en el lugar que tenía en mente. Nada me asegura la continuidad en el medio. Hay poca seguridad en esto, pero en todo proyecto hay riesgos. Yo no tengo problemas en afrontarlos”.
El frío penetra fuerte en los huesos de Olivarí. Quedan pocos minutos para irse a su casa. Está preocupada, ya que le quedan dos trabajos que entregar para los próximos días. Señala que los hará con gusto, al igual que casi todo lo relacionado con Periodismo. Antes de prender otro cigarro agrega que está muy lejos de “querer fama y dinero”, ya que sólo busca “satisfacción personal”, un aspecto, que asegura, esta profesión le ha entregado a diario. “Después de eso, cualquier riesgo me da lo mismo”, enfatiza sonriente.