miércoles, agosto 10, 2005

Accidente aéreo en Toronto:
Ningún avión es infalible
No hubo víctimas fatales, pero la destrucción de un avión Air Bus podría llegar a originar otra crisis en la compañía aérea Air France. Nunca en la historia de este aparato se había registrado algún accidente. Algo similar pasó con otro símbolo de la aerolínea francesa: el siniestro del Concorde, en 2000.
Air France, una de las compañías aéreas líder en el mercado de los vuelos comerciales, volvió a experimentar un serio traspiés con uno de sus aviones. Un modelo Air Bus se salió de una pista de aterrizaje, lo que provocó la destrucción del aparato. El siniestro se originó en un aeropuerto de la ciudad de Toronto (Canadá). Sin embargo, los más de 200 pasajeros que viajaban a bordo resultaron casi ilesos. Sólo 14 personas están internadas en hospitales por heridas leves. Representantes de la compañía aérea dijeron que la causa del accidente se debió a las malas condiciones climáticas al momento del aterrizaje. Así, Air France, que en el año 2003 se fusionó con la aerolínea holandesa KLM, corre el riesgo de perder su buen posicionamiento en el mercado aeronáutico. Antes, en el año 2000, la caída de un Concorde también empaño la gestión de la empresa francesa. Finalmente estos célebres aeroplanos fueron retirados en 2003.
Desde que el modelo Air Bus entró en servicio, en 1993, nunca se había registrado un accidente. Hasta el pasado 3 de agosto, la aeronave era considerada una de las más seguras del mundo. El modelo que se estrelló en Toronto era un Air Bus A340-300. Tiene una capacidad para 295 pasajeros y está impulsado por cuatro motores. Este aparato se utiliza, debido a su gran tamaño, en vuelos intercontinentales y vuela a una distancia superior a los 13.000 kilómetros.
El avión accidentado provenía de Francia. Cuando toco la pista de aterrizaje en suelo canadiense, la aeronave se excedió unos 200 metros y acabo partido en dos en una zona de árboles sobre un desnivel de tierra. Gracias a la pericia de la tripulación se pudieron evacuar a todos los pasajeros. Sin embargo, el Air Bus no pudo ser recuperado, ya que un incendio lo incineró en cuestión de minutos.
Hasta el momento la causa del suceso no está del todo clara, pues todavía no se ha dado a conocer lo registrado en las cajas negras del aparato. No obstante, el presidente de Air France, Jean Cyril Spinetta afirmó que la responsabilidad del accidente correspondía a las autoridades canadienses, las que no tomaron en cuenta las magras condiciones climáticas al momento del siniestro. Otras teorías de parte de los sobrevivientes señalan que un rayo impacto al Air Bus, ya que al momento de su aterrizaje un serio temporal afectó la zona.
También se descarta alguna falla humana, debido a que el descenso fue realizado por el copiloto, quien tiene 10.700 horas de vuelo, cuyas 2.500 horas correspondían a viajes en el modelo A340.


El fantasma del Concorde

Un accidente aéreo de Air France vuelve a ser noticia. En Toronto no hubo víctimas. Sin embargo, este siniestro recordó una de las peores crisis de la aerolínea francesa: la caída de un Concorde, en el año 2000, cuando despegaba con destino a Nueva York. En aquel suceso murieron 109 pasajeros y 4 personas en tierra. Las causas del incidente se debieron a fallas en una turbina, lo que originó una bola de fuego en su ala izquierda. Luego de 25 años de servicio estos aviones supersónicos fueron retirados de los vuelos comerciales. Hasta ese año, el Concorde era considerado el avión más seguro del mundo. Después del evento varios informes detectaron fallas en su fuselaje. El último viaje del Concorde, el único avión supersónico comercial, se realizó en 2003.
Este suceso golpeó fuerte a la compañía Air France (la otra aerolínea afectada fue British Airways). Antes, en 1994, la compañía francesa lidió con otro problema el que casi acaba con la Torre Eiffel. Un grupo de terroristas argelinos tomaron el vuelo 8969. Deseaban estrellar el aparato contra el monumento francés. Sin embargo, fuerzas especiales francesas consiguieron desbaratar el plan de este grupo subversivo.
El accidente de Toronto vuelve a “poner en jaque” a los vuelos comerciales. Después del atentado a las Torres Gemelas este sector ya había sufrido serios daños monetarios y la quiebra de varias compañías. Ahora, Air France enfrenta otra crisis, la que afectó a uno de sus aviones más emblemáticos: el Air Bus. Sólo resta esperar el resultado de las investigaciones oficiales, las que se extenderán por meses. El sector aeronáutico vuelve a resentirse, a la vez que los pasajeros vuelven a subirse a un avión con escepticismo.